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miércoles, 17 de enero de 2007

Análisis de la película "El hombre Elefante"

La vi hace tiempo. Es una película que te hace llorar o apenas puedes aguantar las lágrimas en alguna de sus escenas. Te hace pensar sobre la crueldad del ser humano pero también sobre su capacidad de ternura y sacrificio. Te hace reflexionar sobre la sordidez que supone pisotear los sentimientos más nobles y las criaturas más sublimes por ganar unas monedas. Te hace en fin, penetrar en los más bajos instintos y vicios y en los más altos sentimientos e ideales de que es capaz el ser humano. Esta película de David Lynch: The Elephant Man ( El Hombre Elefante) está basada en la vida de Joseph Carey Merrick, hombre que efectivamente presentó deformidades severas. John Merrick, interpretado por John Hurt, se "gana" la vida trabajando en un circo en donde lo exhiben como "fenómeno" y en el cual es objeto de curiosidad, risa, comentarios y asombro ante su deformidad. Anthony Hopkins encarna a un médico cirujano, Frederick Treves, quien también existió y que, interesado en el caso del Hombre Elefante , intenta acercarse a él a través de Bytes, encargado del espectáculo del circo. Algunos de los personajes intentan justificar sus actos. A veces, bajo la capa de lo legal, como cuando quieren desalojar a John Merrick del único refugio que había encontrado en su desgraciada vida, aparte de la infancia con su madre, por razones legales de la función de las plazas del Hospital donde su amigo le estudia que, lógicamente son para personas enfermas y con posible curación y por un periodo temporal determinado, no para siempre y como residencia. Otros pretender dar razones morales, pero estas, la verdad, no nos convencen, nos suenan al disfraz que el feo egoísmo quiere ponerse para acallar la intuición de su feo rostro. Frente a todo esto, y sin que esté a veces a salvo de cierto comportamiento un poco interesado, tenemos el trato tan enormemente diferente que dan a John Merrick (el "hombre elefante") otras personas que se relacionan con él: El director del hospital, siempre correcto, afable y bondadoso, esperando con paciencia que se pueda solucionar de alguna manera el conflicto y poder acoger a esta persona en su institución. El doctor (su amigo en gran parte), que, a pesar que lo llevó al hospital para estudiarle también lo hizo para librarle de su horrenda vida en el espectáculo circense donde se le exhibía y maltrataba y la esposa del doctor que le acoge y le ayuda y que no puede contener el llanto cuando ve la delicadeza de sentimientos de John por su madre y la sensibilidad ante el arte y esmerada educación que manifiesta John. También hay que hacer mención que a lo largo de la cinta se escenifican dos amores importantes de John: el principal, como hemos dicho, el de su madre, de la cual guarda una foto que enseña a las personas que le demuestran cariño y habla de ella con gran amor. La otra persona es la actriz de teatro Kendal, interpretada por Anne Bancroft. Lo trata con amabilidad y con una gran sensibilidad cariñosa. Le invita a una función de teatro donde ella participa. Allí, John se presenta al público que ya le conoce por la prensa sin máscara para ocultarse, sino tal como es. La joven lo presenta. Se trata de una escena de gran altura emotiva y humana donde John se siente feliz. La enfermera Jefe representa el carácter kantiano tan celoso y obsesionado con el cumplimiento del deber pero que, al final, tiene un rasgo de piedad aparte de la estricta justicia. Las enfermeras, asustadizas ante el aspecto de John y que luego llegan a cogerle cariño pasando a través de la máscara de su cuerpo deforme hasta el oro brillante de su corazón. Los máximos exponentes de egoísmo y falta de escrúpulos están representados por el "dueño" de John (así se denominaba a sí mismo) que lo exhibía en el espectáculo circense y por aquel personaje nefasto, oscuro, visceral, degenerado, feroz que llama a un grupo de amigos tan degenerados como él para disfrutar con el espectáculo de ver como en un circo a John en su habitación en la cual era feliz a cambio de unas monedas. John, al final, y ante la desesperación de su vida, pero ante la satisfacción de haber encontrado unos amigos que le quieren, le apoyan y le defienden, en una especie de intento de eternizar este sentimiento de amor y de amistad, se quita la vida echándose a dormir apoyado en su enorme y deforme cabeza, cosa que no podía hacer. En fin, esta película que me atrevo a calificar de sublime por sus sentimientos humanos, nos hace reflexionar también sobre el valor ético de los espectáculos que a veces vemos y que, viéndolos, contribuimos a su permanencia explotando sentimientos y pasiones de la gente. Nos hace reflexionar sobre qué es más valioso ¿El interior o el exterior de las personas? También sobre la justicia social y los medios que tienen los marginados y desamparados de toda clase de encontrar una vida digna e, incluso, a veces de poder sobrevivir. Contribución de Juan Dianes Rubio "Caminante" (http://hollarelsendero.blogspot.com) para mi blog,que publico con todo mi cariño y agradecimiento. Asimismo publicado en el blog de mi amigo dani. http://mundodaorino.blogspot.com

8 comentarios:

Enebro dijo...

¿No te recuerda en grandes rasgos a la Metamorfosis de Kafka?
La inadaptación siempre ha sido un tema muy recurrente.

thoti dijo...

.. pasar de la máscara al corazón.. me ha gustado.. no siempre sabemos hacer eso..

alberdigital dijo...

Muy buena reseña, coincido 100%

Juan Dianes dijo...

En efecto, enebro. Es un tema muy recurrente y algo de lo que la humanidad, por desgracia, no es capaz de desprenderse. Es efecto de la miseria moral y de la falta de desarrollo del interior del hombre que causa este exterior material, social y psíquico desgraciado.

Gracias a elpoetadelascolinassolitarias por apreciar esta expresión que considero real "pasar de la máscara al corazón" y que casi nadie sabemos hacerla casi nunca.

También mi satisfacción y agradecimiento a el malvado ventrilocuo por su coincidencia en la visión de esta cinta tan notable.

J77 dijo...

Es muy bonito este post, esa película la he visto a medias pero me dan muchas ganas de verla después de leer esto.

Gsús Bonilla dijo...

a veces cuando nos mostramos
como somos no gustamos
porque los ojos que nos miran
suelen estar acomplejados.

Anónimo dijo...

La película es preciosa, y es una de las obras que merece ser vista para que todos llegemos a un punto de reflexión tan necesario en estos días. Se citan sentimientos grandes, sensibilidad, amor,compasión y caridad al igual que las personas que quieren aprovechar la situación para sacar ventaja. Es conocer y querer a alguien exactamente por su interior, que es realmente como se debe de hacer, dándole la posibilidad de que se muestre como "es" realmente, lo cual nos muestra una maravillosa persona, educada y con un alma grande... besos.

jose g. paradas dijo...

Para MªAngeles........"EL MAR" El mar que estaba en mí, antes de ahora; el mar que estuvosiempre, sin fatigas, el mar que arroja a playas enemigas, aquel mar que enseguece o que devora. Siguió creciendo en mí, horas tras hora, con su orizonte grávidode espigas, sus olas acechantes o mendigas. También, con sus mareas adeshora. Pero ya no. Ya no. Yestoy vacía vacía de esa sangre que latía como una herida por la sal cubierta o un eco al disolverse en las arenas. ¿Yel mar? Borbota y sube por las venas para rugir en mí. Yo estoy desierta. José.