La luna roja

He soñado con una luna roja, con limbos repletos de niños silenciados con los ojos abiertos que murieron sin nacer. He rasgado llorando al anochecer y gritado en silencio al alba. He sangrado de dolor hasta que dejé de sentirlo. He desafiado a la muerte. He aprendido a perder la mirada. He rogado por no volver a despertar. He olvidado meses sin haberlos vivido. No me gusta que me toquen, que me rocen, que me miren con deseo, que me besen en los labios, que me mientan, que me dañen, que me ignoren. No entendéis mi idioma. Los locos sólo pueden verla, es la cuerda luna roja. Yo la imaginé y ahora la pinto, demente. No soy tonta, tan sólo sigo siendo inocente, una niña asustada que sigue teniendo miedo.