mil violetas

Es muy extraño seguir queriendo a alguien, e intentar conocer a otras personas. Por que no sabes si realmente estas siendo sincera con el nuevo individuo que entra en tu vida, pero sobre todo contigo misma. Es muy duro asumir que la persona que quieres ni te ha contestado el correo en el que le dices que lo sigues queriendo, que firmas el divorcio en Septiembre y que quieres que los dos juntos olvidéis todo lo que ha sucedido y que seáis felices de una merecida vez por todas. Que si realmente significaste algo en su vida, y por todo lo que vivisteis, que por lo menos te respondiera con letras, y que te dijera que fueras lo mas feliz del mundo, que va a guardar buenos recuerdos, pero que no. Que me lo agradece pero no. Pues ni eso. Por lo menos pensaba que un mínimo cariño en el recuerdo, valía más que ignorarme. Era la última carta que tenia para la partida final, sin medias tintas ni nada. Punto final y aparte por su parte con su silencio. Me quedo con la satisfacción de que luché hasta el final, y que empiezo a tener ganas de conocer a otras personas intentando que no me saquen de quicio, o poder soportarlas bien. Por lo menos quisiera conocer a alguien que me apreciara y que se encontrara a gusto a mi lado…Pero parece que el chico que me agrada no tiene tiempo para mi…Así que parece que me va a costar un poco mas de trabajo quitarme la espina del rechazo, y empezar a ver a los hombres como personas que también lloran y que tienen sentimientos. Mi psicólogo (a pesar de haber hecho novillos durante un año y medio y solo vernos en tres sesiones), dice que estoy súper bien, recuperada y que tengo el alta. Quise superarlo por mi misma, y aquí estoy, prueba superada. Me sigue costando trabajo abrirme con algún chico después de haberlo pasado tan mal, sobre todo cuando veo que el mundo esta loco, que van a lo que van, y la verdad es que tengo miedo a sufrir de nuevo, o de querer a alguien que pueda volver a desaparecer sin despedirse es la única espinita que me queda.