Zapatos nuevos

La vida te da sorpresas...

Y otras más que nosotros mismos nos buscamos, intentando que cada día se llene con alguna nueva ilusión que nos haga sentirnos bien y a gusto. El martes fui a ver a mi psiquiatra en la revisión rutinaria que tengo, y me ha dicho que mi recuperación con mi alta médica es uno de los logros profesionales que más satisfacciones personales le ha dado en esta difícil profesión, en la que los pacientes abandonan un medicación o no ponen todo de su parte para poder llegar a recuperarse. Cada vez se espacian mas las citas con ella, dejándolo todo bien amarrado, para evitar una nueva recaída en el futuro.

Ahora me miro en el espejo y veo a una chica joven con muchas ganas de vivir, con las primeras arrugas de expresión cerca de los labios, porque no paro de sonreír. De que son una de las condecoraciones de guerra que mas lustrosa exhibo, porque aquí estoy y aquí llegué. Incluso hoy hablaba con una amiga sobre los hombres que entrar y salen de mi vida, que se sienten atraídos por mi fuerza, por ser como soy, porque buscan eso realmente, que seamos fuertes para aguantar esta vida, fuertes para parir, para criar, pero que al unísono es una arma de doble filo, porque las mujeres hechas y derechas con carácter y con las ideas claras también los atemorizan. Eso sí, la verdad es que puedo que uno de los inconvenientes es que realmente no se ligar, siempre me han ligado a mí, y ahora con mis treinta castañas, en este mundo loco, me siento un poco perdida y cortada con los chicos, pero es un secreto, no se lo contéis a nadie.

Me voy a hacer un regalo, por que yo lo valgo y porque necesitamos vivir con ilusión, de algún tipo. Una de mis sueños, que es viajar y conocer mundo. No voy a contar mucho, porque si no, después se chafa todo, pero sólo diré dos cosas. Que necesito renovar mi pasaporte y que me voy fuera de Europa.

En la vida las propias sorpresas de fijar metas, cumplir sueños, y vivir cada día con una ilusión patente, nos hace estar vivos de verdad. Estoy como una niña pequeña, igual de ilusionada con zapatos nuevos de charol. Y jamás dejaré de serlo.

(A Friedrich Nietzsche, a sus letras, a Zaratustra, por todo lo que significan para mi, sin conocerte no creo que hubiera llegado a celebrar esto)