Sigo siendo Yo

Septiembre se ha presentado con una reverencia vergonzosa. Llegaremos pronto a las calles repletas de hojas secas mientras el verano remolonea en la cama de las estaciones porque no quiere despertar aún y dejarnos al lado del temido otoño.

Es un mes romántico del que no guardo muy buenos momentos, pero sí noches en vela estudiando para los exámenes y la odiada vuelta al colegio con su olor a libros de texto nuevos con sus forros de plástico impecables. Este año lo miro de otra manera, tengo una prueba, por así llamarla, y es firmar mi divorcio. Y este verano, aparte de recuperar mi salud, estoy forjando de nuevo una identidad un poco olvidada por el miedo y por la desidia de la palabra robada de mis labios que fueron sellados.

Vuelvo a retomar mis aficiones, mi equilibrio psíquico y emocional, la personalidad que realmente quiero tener, con mi timidez normal, aquella que escondo tras mis gafas de sol. Si pudiera las llevaba siempre. A veces parezco más lanzada pero no lo soy realmente. El otro día, hablando con mi primer amor, me dijo que una vez me pidió un beso que le negué, y que me beso en la mano y que le puse muy mala cara,( de eso si me acuerdo, me la lavé y todo)…Dice que las mías fueron las primeras calabazas que recibió.

Sigo siendo la misma niña aunque a veces lo niegue pareciendo de piedra, sobre todo cuando me siento rara, porque alguien que lee mi blog, quiere “conocerme”, y me siento como si mi seudónimo aquí es más grande que yo misma y fuera una condecoración . Realmente lo que escribo es lo que me sucede y es parte de mí. No soy un trofeo, ni me gustan las amistades lisonjeras que se acercan para sacar algo de provecho con olor a violetas, y que cuando ven una negativa, desaparecen.

No todas las mujeres jóvenes separadas, divorciadas o solteras estamos deseosas de sexo como lobas. Sé que es un extereotipo, de mujer treinteañera en la cama es para recordar, pero en mi caso no es así. No voy a negar que un flirteo te sube la autoestima y estivalmente los he tenido,pero se queda ahí, en el juego de apuntarte un tanto, pero prefiero tener amigos de verdad,y volver a conocer a chicos, acercarme a ellos y pasar un buen rato riéndonos y con mucho cariño. Si no vais a ser capaces de mirarme de frente, sin mentiras, sin dobles intenciones, no os molestéis en acercaros porque estáis perdiendo el tiempo, porque aunque a veces me lo niegue, sigo siendo yo.