Bájame la luna un poco más,
déjame que duerma y dame paz
hasta que sienta de nuevo su aliento
acariciando mis sueños sin estrenar.
No le digas que lo lloro sin llorar
deja que despierte en su suspirar
que esta noche la distancia me cruje el corazón.
Ni el susurro de las caracolas
podrá jamás silenciar
el murmullar de mi alma sesgada a la deriva
prendida de su mar.
1 comentario:
Que bonito y cuantos sentimientos en tan pocas lineas, me gusta.
Gracias por visitarme, hace tiempo que no te visitaba, pero prometo no faltar, un abrazo.
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