Huele a fresas, a jazmines tempranos y a tu piel cuando me viene el viento de cara. Ya empiezo a notar el sol desperezándose todavía acurrucado entre las nubes, blancas, vergonzosas y esponjosas. El frío me sigue asustando en la esquina a primera hora de la mañana, mientras sigo caminando y disfrutando del sueño, que me hace despertar cada amanecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario