Sin una despedida. sin un roce en los labios, ni siquiera en la frente. noche tras noche. retando a la madrugada. A Morfeo. Se esperaba en la ventana, esperando a que aparecieras… y los parpados se caían. Y los ojos se cerraban y se llenaban de lágrimas. La luz de su mirada, se fue apagando. Y allí sigue, medio dormida, esperando a que la despiertes con un beso. Antes de la aurora. simplemente susúrrale que ya regresaste, y que todo fue un mal sueño. A partir de ahora defenderás los sueños de tu dulce princesa, de los dragones de sus pesadillas…”vente a la cama conmigo, y apaga el ordenador”.
1 comentario:
La vida de la mujer que espera que un hombre le devuelva la alegría es una vida vicaria. :)
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