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jueves, 28 de diciembre de 2006

Que huela a violetas

Llena una nueva ilusión, y envuélvela en papel de celofán. Tíñela de todos los colores imaginados e inimaginables. Corónala con un lazo rojo enorme, y sobre todo, que huela a violetas. Abrázala fuerte y dá gracias a todos por vivir. Haz el amor cada vez, como si fuera la última. Por despegar los párpados cada amanecer. Por disfrutar de la vida. Comértela a besos. Regresan las mariposas del estómago. Sentados en el puerto con los pies colgando comiendo dulces. Siempre nos quedará Estambul…

5 comentarios:

thoti dijo...

..independientemente del lugar donde nos encontremos, das unas buenas razones para disfrutar de la vida.. umm.. la verdad es que apetece.. y si te metes en la lectura de tus palabras, al final, acaba, toda tu habitación, oliendo a violetas..

Becaria dijo...

mmmmmmm.....el olor a violetas....mmmmmm.......bellisimo.....además me encanta levantarme como si cada día fuera el último....y que todo esté adornado con globos de colores.....

Gsús Bonilla dijo...

ufff,
éstas letras tuyas me suenan
a buenas acciones para el
próximo año y yo me apunto a ellas,
de momento me quedo con estambúl
y su maravilloso puerto.

bsoles.

Enebro dijo...

Que bien, mis amigos quieren que pasemos fin de año en Estambul, ya te contaré :)

Arteneus... dijo...

Es verdad...que cada día, cada respiración, cada sonrisa, cada pequeño milagro...los recibamos envueltos como preciosos regalos, impregnando nuestros pulmones de un hermoso olor a violetas...
ummmm...que bien huelen tus palabras...
un beso...