A los hombres de mi vida

Después de mis idas y venidas en esta vida (más de las que hubiera imaginado y deseado jamás) he descubierto que cuando realmente conoces a tu pareja es cuando ya no lo es. Las personas dan de sí lo que son cuando sois exparejas. A veces es necesario un respiro para darte cuenta realmente de la condición de la persona con la que estás compartiendo tu vida. Desde mi punto de vista es hasta positivo, porque conoces todas sus reacciones emocionales. Si arremete contra tí para hacerte daño y destruirte, verás el punto álgido de maldad del que pudieras haber creído como el hombre de tus sueños. Los celos, el rencor o el resentimiento que vuelcan en tu contra por sentirse heridos para defenderse. Los hay que buscan tu punto débil para atacarte,al ser muy rencorosos. En situaciones así es cuando me doy cuenta realmente de que no quisiera tener a mi lado a alguien que se deja arrastrar por una condición tan emocional, que busca venganza por honrar su orgullo. Pienso que si realmente has llegado a amar a una persona, no deberías de hacerle daño conscientemente, y por lo menos por ese amor pasado, saber pedir disculpas si se actúa en ese caso. Llegamos a conocer tanto a esa persona que sabemos si una frase le ha podido caer mal. Si no pedimos disculpas, confudimos dignidad y nobleza con orgullo. Al que me habla mal y con desprecio, dolido aún por que no supo entenderme . Al que de tanto quererme me quería mal. Al que me rechazó sólo por existir. Al que le importa un pimiento si estoy pasando la peor época de mi vida, pero cuando le hice falta, no dudé en ayudarle. Al que intentó darme celos y hacerme daño, para llamar mi atención. Al listo de turno que le hace a la novia, lo mismo que me hizo a mí, pero en este caso, lo intenta conmigo. A los que tuvieron prisa y no supieron entender mi tiempo necesario. Al que no le interesaba una chica con “problemas”. Al que me deseó la muerte con unas palabras que se quedaron grabadas con sangre en mi memoria. A todos los hombres que quise, y que que me quisísteis os deseo toda la felicidad del mundo, que ojalá ccompartáis vuestro día a día con una mujer que os quiera tanto como yo y que os colme de felicidad. Porque ahora que no estoy con vosotros, sabéis realmente como soy, como actúo y es cuando me conocéis de verdad.

Con todo mi cariño,

MªAngeles. "el ángel de las mil violetas"