Para ti

Hola hola!

Esta tarde, estaba buscando una caja de cartón en la que guardo abalorios de estos de cristal de colores para hacer collares y pulseras, y encontré una caja similar en la que guardo tarjetas y felicitaciones de navidad, que todos los años cuando llega Noviembre compro con mucha ilusión para poder felicitar a mis amigos, pero que al final, no llego a enviar….

Recuerdo que hace un par de veranos, compré en ikea pequeñas láminas y tarjetitas que sirven tanto como para hacer cuadritos y decorar la casa, como para poder enviarlas a tus amigos. Siempre me ha hecho mucha ilusión que me escriban, que me manden tarjetitas, postales….Pero de igual modo me queda el apuro de ser tan flojilla de no ponerme a escribir sobre un papel.

Tuve un “amigo” hace muchos años que trabajaba en canarias, y recuerdo que esperaba sus cartas con muchísima ilusión, el las perfumaba al igual que yo y me gustaba sentirlo así de cerca. Era el olor de su abrazo. Su letra, la que denotaba alegría, preocupación, nerviosismo a veces, y es algo demasiado personal para que se pueda perder por la comodidad y la rapidez de los emails. Pero un “Emilio” por ejemplo, no transportaba la sensación de enviar y recibir un rizo de mi pelo. Guardaba todas estas cartas en una cajita, y las releía a veces con nostalgia. Aún conservo el paquete de folios de color verde agua, para escribirle, la historia terminó antes de empezar y el tocho de papel se quedó empezado… Incluso una vez regalé a mi chico una osita de peluche (que el bautizó como Marian en mi nombre) que tenia mi perfume, para que cuando lo oliera, aunque estuviéramos lejos, me sintiera cerca. No sé si la seguirá conservando, espero que sí. Hace poco lo encontré y lo tengo a mano, incluso en las papelerías especializadas venden papel para estas cartas, reciclado, con pétalos, de colores, perfumados, los artículos de este tipo de tiendas, me encantan desde pequeña.

De siempre he recordado las historias de amor por correspondencia, de escribirse años y años mientras duraba un noviazgo, incluso he llegado a ver libritos y manuales que aconsejaban al enamorado, frases, piropos y promesas para ganarse el amor eterno de su amada. De cartas censuradas en la guerra civil, de cambiar palabras y expresiones, tales como “mi corazón rojo” por “mi corazón encarnado”, para que la carta llegara a las manos ansiosas de su destinatario. Eran cartas que portaban retratos" en blanco y negro o sepia de los enamorados, que besaban en las noches, y que era lo único que mantenía la vida y la ilusión a una pareja que imploraba porque esa pesadilla finalizara pronto para poder reunírse y estar juntos por siempre. Mi abuela me contaba que se hizo pasar por una novia de su propio hermano para que el pudiera tener correspondencia y de este modo, que la familia supiera que se encontraba bien, mientras seguía luchando en el frente.

El arte de escribir una carta, de usar palabras que han caído en deshuso, de hacer gala de esta habilidad, de esta galante cortesía, se vá perdiendo poco a poco…

Acabo de encontrar los folios de colores, dentro de esa carpeta tengo hasta sobres con sellos, ¿sabes a cuanto está ya el sello nacional? La verdad es que estoy muy perdida, los que tengo pegados son de veintiséis céntimos. Y me gustaría volver a recuperar la constancia en este tipo de correspondencia. ¿Me escribes? Me haría mucha ilusión. A quí debajo te adjunto mi dirección…por si te animas y me das la sorpresa. Por ahora esperaré la respuesta a este email. Igual que cuando me llegan y son esperados, que sonrío, he llegado a gritar, incluso he llorado de felicidad…por todo lo que pueden llegar a significar unas palabras.

Un beso.

MªAngeles