Soñando con mirar el mar

Este verano la única arena que estoy viendo es la de las macetas. Esto de tener tendinitis de nuevo no es nada gracioso y menos compatible con un veranito caluroso. Ya estoy cansada de tanto reposo y estos días de calor uff....

La verdad es que me estoy planteando muy seriamente comprarme una piscina. Si, de esas de plástico infantiles y plantarla en medio del salón. La verdad es que aun no me decido por el estampado, jeje supongo que de Winnie the Poo, lo suficientemente alta y grande para poder ponerme en remojo por lo menos. El salón es grande así que no creo que tenga problema…Por lo menos mientras me recupero lo suficiente como para poder llegar andando a la lejana parada de Bus.

La verdad es que soy un ser de agua, y este año me estoy perdiendo mis dedos arrugados de tanto tiempo en el mar, y el olor a tortilla española y pimientos fritos de la de al lado, mientras sirve gazpachito a la abuela que está debajo de la sombrilla, enfuruñada porque ella quería quedarse en casa viendo la novela tranquila, y mira el niño que es mas malo que un doló…!!

También añoro al enano que corre a tu lado para bañarse precisamente en el momento en que acabas de embadurnarte de crema y con sus diminutos piececitos te empana de arena de tal manera que pareces una croqueta lista para freirte, mientras sortea sombrillas intentando llegar a la orilla antes de quedarse tuerto.

Las Maris renegrías, con sus pechos colgando hasta la cintura y esos pedazos de bañadores enormes mientras se entretienen en jugar al bingo cuando empieza a caer la tarde, y vocean fuerte a los niños que no se salen del agua, mientras los amenazan con la chancla en la mano. Los demás usuarios de la playa esquivando a las gaviotas que bajan a la arena buscando los trozos sobrantes de pan y de bollicao de los niños. El miedo es cuando se acercan demasiado, son preciosos pero les veo el pico tan grande, tan fuerte, y me da repelus el pensar el picotazo que me pueden pegar al acercarse tanto a los humanos, tienen que tener mucha hambre desde luego. Hasta las algas del mar que me dan tanto asquito estoy echando de menos, sobre todo cuando se llena toda la orilla de esa masa marrón hasta casi las rodillas. No es la primera vez, que más de un amigo mio caritivamente, me ha tenido que llevar en brazos hasta que yo viera el aguita limpita ya para poder bañarme. Tambien recuerdo cuando mis amigas y yo nos bañabamos desnudas de noche, sobraban los bikinis y entre risas, nadábamos en libertad .

Sinceramente, lo que cambiaría de la playa es la falta de civismo de los usuarios que dejan desperdicios, colillas y cáscaras de pipas en la arena. Si todos tuviéramos el mismo respeto por las demás personas, este mundo cambiaría un poco mas a mejor.

La verdad es que espero recuperarme pronto para volver a pisar mi playa querida y volver a quedarme dormida en su arena caliente mientras me bronceo de manera natural*.

Un beso enorme a todos y con todo mi cariño, os deseo un feliz verano. Por favor, ser precavidos al volante que cuando llegue Septiembre quiero que todos me sigáis leyendo.

MªAngeles.