Aquí no hay quien viva

La verdad es que a nosotros no nos la dieron, pero apuesto que a todos mis vecinos del bloque les obsequiaron cuando entramos a vivir aquí, un completísimo maletín amarillo “Black and Decker” que me río yo de los capítulos de Bricomanía, Mac Giver y el equipo A. Todo el mundo se queja de la dichosa canica que rueda sonando por el pasillo del piso de arriba, y yo estoy segura de que vivo en Rose Red, siempre se escucha un martillo, un taladro…aquí por regla general hay algún vecino en obras. Siempre me gustó esa película,me refiero a "esta casa es una ruina" ,es una de mis preferidas, no me canso de verla, pero no hay algo más que odie que una obra. Sobre todo cuando no son las mías. Cuando no puedo tender la ropa porque los vecinos de enfrente están tirando abajo la cocina y todo el polverío me entra en casa. Cuando mi vecina de arriba se pelea con el novio a las cinco de la mañana. Si mi vecina de la derecha esta depre, me tengo que tragar del piso de al lado el concierto entero en CD de Luis Miguel, (por cierto no me gusta) me trago una canción, pero las dos horas seguidas me entran ganas de llorar, pero lo prefiero al cd de Andy y Lucas de la del primero y su afición por el reguetón o como se escriba que no lo sé ni me interesa, sobre todo porque creo que se baila siempre igual haciendo el movimiento de un muelle(boing boing boing), el Dolby Surround de los del otro lado me hacen vibrar los cuadros, creo que la próxima vez, arrimaré la espalda a la pared que me tienen que dar un vibromasaje de los que te dejan nueva. Los portazos "derechos" que me descuajaringan el timbre, los olores a sofrito”raro” de alguna vecina mía que me levantan el estómago, el viento de levante salado que me acartona la ropa tendida, que casi se queda sola de pie… pero lo que peor llevo es que el cabecero de mis vecinos,(los de la izquierda) está pegado al mío, y las noches de pasión son de nosotros tres, ellos se lo pasan de escándalo, pegan unos gritos y unos gemidos de campeonato, (encima tienen los dos la voz tan grave que parece que están dentro de una tinaja, parece que están acostumbrados al Dolby, no me extraña) y a mí no me dejan dormir, ya que me regalan el amoroso concierto. Yo creo que me lo dedican y todo. Como vivo sola, para que no se me olvide, así que una noche de estas les aplaudiré al final de la faena.…(la que a mí me hacen claro está). Cuando se quedó embarazada, si hubiese tenido duda, me hubiera preguntado a mí directamente antes que al señor predictor, le habría dicho con exactitud la hora y fecha de la fecundación del niño terrible cabezón(que tiene cabeza para dos pescuezos, como dice mi abuela Juana) que ahora no me deja dormir.

Siempre que entro en el ascensor haciéndome pis, me dá por pensar que me voy a quedar dentro con el ascensor averiado,que se vá a parar entreplantas y que no me va a dar tiempo a llegar a mi casa. A veces lo pienso más tranquila, sobre todo cuando vengo con las bolsas de la compra, por lo menos de ahí a que me saquen no me voy a morir de hambre… Todavía me acuerdo de los obreros que nos arreglaron la fachada, cuando se colaron a mi piso entrando por la cristalera del balcón y mi boca abierta del asombro (con la bata y el pijama,señores!) para no tener que bajar hasta abajo bajando el andamio y poder salir por mi puerta… La Rue del Percebe era algo parecido a esto. De modo, señores vecinos, que como yo no hago obras, no me dieron el maletín ni lanzo gemidos orgásmicos, se aguantan un poquito que me voy a aprender el nuevo disco de Fábula. Jejej, Buenas noches…