A veces siento que me muero por dentro, que me desbordo y que todo mi mundo se congela y se parte en mil pedazos. Que nada existe, que nada importa y que todo lo que me rodea es mentira. Demasiadas veces, este pequeño planeta se siente un gigantesco sol, cuando simplemente es un mísero satélite a la deriva. Y es entonces cuando sufro de manera desmedida y mis ojos solo ven oscuridad, en vez de la belleza del magnífico universo.
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