martes, 11 de noviembre de 2014
Luciérnagas
La luciérnaga cansada de huir y sin apenas fuerzas en sus alas, se giró a la serpiente furiosa, y le preguntó :
¿ Por qué quieres matarme, si no te he ocasionado daño alguno?
a lo que el reptil contestó...
Porque BRILLAS.
Me encanta esta fábula, nunca debo de olvidar, que la oscuridad envidia la luz, y quiere apagarla.
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