Siempre he defendido que todo lo que beneficia al ser humano, debe ser su bandera diaria, sobretodo si estos gestos, actitudes, comportamientos y conductas lo llevan a ser mas feliz y a cumplir sus sueños.
Después de haber rechazado varias veces el ofrecimiento que me hicieron varias agencias por la lejanía y la imposibilidad de las circunstancias, ahora ha llegado el momento de volver de lleno a ponerme delante de las cámaras de fotos y no detrás. Ahora ha llegado el momento de volver a ser modelo (aunque este término siempre me haya resultado frío y creído) y de pisar las pasarelas.
Siempre por algún favor y siempre lleno de pudor y de orgullo al mismo tiempo, he cedido alguna que otra foto para ayudar a algunos amigos en sus pequeñas incursiones en publicidad y es algo a lo que me he dedicado siempre de alguna de las maneras. Incluso de maquillaje para páginas amigas o he descartado alguna colaboración en algún blogmodel, por sentirme menos, pero ha llegado el momento de saltar de un modo profesional y aprovechar mi estatura, mi fotogenia, mis ganas de sentirme orgullosa de mi misma, de seguir cuidando y queriéndome mas cada día. Sabéis que no me gusta llamar la atención vistiendo, y que dentro de mis posibilidades me gusta pasar desapercibida, pero parece que desde el punto de vista laboral, esto se ha acabado. Me han convencido. Después de diez años aproximadamente, vuelvo a las pasarelas, regreso a la moda reivindicando la plus size, las curvas y las sonrisas enormes. Feliz muy feliz.
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